Vuelo de ida. Llegada a Budapest. A la capital húngara la atraviesa el río Danubio que la divide en dos zonas: Pest, la zona urbana y Buda, sobre la colina y con unas vistas impresionantes y repleta de castillos y palacios. Nos esperan unos apasionantes días para poder disfrutar de todos los rincones de esta bella capital europea. Alojamiento.
Estancia en el hotel y régimen seleccionado. Día libre para disfrutar de la ciudad a tu aire o a través de alguna de las excursiones y visitas que proponemos. El edificio más bonito de Budapest es sin ninguna duda el Parlamento, además está considerado como uno de los símbolos de la ciudad y es una de las visitas imprescidibles que te recomendamos. Fué construido en el siglo XIX y es un edificio neogótico ubicado a orillas del río Danubio. La Basílica de San Esteban contiene en su interios numerosas obras de arte así como la campana más grande del país. En la Avenida Andrassy, que es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, encontraremos la Opera de Budapest, donde destaca su preciosa fachada y en el interior frescos, pinturas y muebles de época y La Plaza de los Héroes, unos de los edificios más representativos de la ciudad. La tarde la podemos pasar en alguno de los balnearios urbanos que encontramos en Budapest. En la capital hay más de 100 manantiales por lo que para los húngaros, ir a alguno de sus balnearios, forma parte de la vida social y del día a día. Algunos de los más famosos son el Balneario Széchenyi con más de 15 piscinas con diferentes temperaturas, 12 interiores y 3 exteriores. Otro de los balenarios más conocidos es el Balneario Gellért, ya que además de tener piscinas con aguas curativas ha sido el protagonista de varios anuncios televisivos. Su arquitectura, junto con sus mosaicos y las estutuas que adornan las piscinas y las columnas hacen que en conjunto bañarte y relarte sea una experiencia única e inolvidable. Alojamiento.
Estancia en el hotel y régimen seleccionado. Día libre para disfrutar la ciudad a tu aire o a través de alguna de las excursiones y visitas que proponemos. Cruzar el Puente de las cadenas es otro de los imprescindibles en Budapest. Presidido por 2 leones este precioso puente es el más antiguo que une los distritos de Buda y de Pest. Podemos cruzarlo o aprovechar para hacer uno de los cruceros que surcan el Danubio y que nos ofrece maravillosas vistas del mismo. Si continuamos con el paseo por la orilla del río llegaremos al Puente de la Libertad y podremos recorrer la calle de Váci Utca, la calle peatonal y comercial más popular de Budapest. Recorrer el barrio judío con su Sinagoga de Dohánhy, que es la segunda más grande del mundo, es otra de las zonas a visitar de la capital húngara. Antes del atarceder recomendamos subir andando o en funicular al Castillo de Buda o Palacio Real, otro de los edificios más interesantes de Budapest y desde donde podrás disfrutar de unas vistas de la ciudad únicas. El Bastión de los Pescadores, situado junto al Castillo, es el mejor mirador que tiene la ciudad. Desde su terraza de estilo neogótico se tienen unas vistas increibles del Parlamento y de toda la ciudad. Al lado del Bastión se encuentra la Iglesia de Matías, la iglesia católica más importante de la ciudad y en la que se coronaban a los reyes húngaros. Alojamiento.
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